Prostitución y mundo musical

Prostitución y mundo musical

Está claro que algo está cambiando en el mundo de la industria musical. Si hoy en día damos un paseo entre los videoclips de las artistas pop más exitosas e influyentes entre los adolescentes de todo el mundo, nos topamos con imágenes extremadamente sexuales que nos chocarían ver en cualquier otro ámbito o contexto.

Sin embargo, eso como si ya estuviéramos acostumbrados a ver este tipo de secuencias protagonizadas por artistas como Britney Spears, Rihanna, Lady Gaga o Beyoncé.

Es que cada vez más se tiende a recurrir al sexo para captar la atención del espectador y conseguir así vender más discos y llenar estadios alrededor de todo el mundo.

En ocasiones, la delgada línea que separa un mundo y el otro se difumina para dar paso a noticias tan impactantes como la protagonizada por Kesha.

La popular cantante lleva años viviendo un infierno desde que se atrevió a denunciar a su antiguo productor, Dr. Luke, por supuestos abusos sexuales, físicos y verbales.

Si ya de por sí nos encontramos que el sexo y la prostitución es un mundo inhóspito y oscuro, aún parece serlo más el de la música, ya que parece ser que Kesha firmó un contrato para sacar sus próximos discos con dicho productor, y ahora la cantante se encuentra en un limbo en el que no puede sacar discos con su propia compañía ni largarse a otra distinta.

Un drama que parece no tener fin y del que aún no se ha escrito la última palabra.

Y es que con ejemplos como este nos damos cuenta de que hay carreras musicales que se llevan de una forma muy similar a las de una prostituta de lujo.

Podemos ver en la figura del mánager un chulo o proxeneta que se aprovecha de su representada de una forma que en ocasiones ralla la ilegalidad.

Contratos abusivos, cláusulas inhumanas, explotación las 24 horas del día para sacar así el máximo partido al éxito del momento…

En definitiva, una vida de ensueño que una vez somos capaces de verla desde dentro ya no nos parece tan bonita e idílica como al principio.

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Ya se trate de una escena de alto contenido erótico protagonizada por la cantante o el cantante de turno, o bien unas letras que harían sonrojar a cualquiera que les prestara un mínimo de atención, lo cierto es que el sexo está más que arraigado en el panorama musical actual.

Esto puede ser debido a que la música, al igual que el sexo, se asocia siempre a celebraciones y diversión. Es normal sentirse desinhibido en una fiesta en la que suenen los éxitos más potentes del momento, y esto mismo da lugar a que nos soltemos más de la cuenta y empecemos a mostrarnos sexualmente más abiertos que nunca.

Esto, por supuesto, no tiene nada de malo. Lo que sí que es verdad es que reducir toda la temática musical al sexo puede resultar a veces algo monótono y repetitivo.

Existiendo tantos temas a los que se puede dedicar una canción, parece que utilizando la fórmula fácil se consiguen los mismos resultados que planteando una temática más original e innovadora.

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